Antes de las vacaciones anticipábamos desde este espacio editorial un otoño “caliente” de temas, aunque lo que ha sido achicharrante ha sido el verano. Sobre todo, en lo meteorológico, pero también en lo informativo. La tradicional ausencia de noticias en estos meses no se ha cumplido, y Chamberí ha conocido en este tiempo novedades hasta en tres asuntos de actualidad, como han sido las cocheras de Cuatro Caminos, la nueva Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) y el giro inesperado en el futuro polideportivo del Parque Móvil. De todas ellas damos cuenta en este número.
Comenzando por las Cocheras de Cuatro Caminos, cuyo plan, según se conocía el pasado julio, era anulado definitivamente por el Tribunal Supremo debido a la ausencia del informe de sostenibilidad económica, lo que dejaba en el limbo el futuro de las 443 familias de la cooperativa Metropolitan. Ante tal fallo, el Ayuntamiento, quizá advertido de lo que se le venía encima, ha actuado rápido para aprobar inicialmente un nuevo plan que subsana los errores técnicos del anterior, pero que probablemente signifique un nuevo retraso de un proyecto inacabable y que deja tocada la competencia municipal de varios equipos de Gobierno sucesivos.
Por las mismas fechas de la reacción del Ayuntamiento, la Junta de Gobierno daba luz verde a la que será la segunda ZPAE del distrito, tras Aurrerá-Gaztambide, y que traerá nuevos horarios y restricciones para la implantación de locales de hostelería en los ámbitos de Trafalgar y Ríos Rosas, incluyendo los focos más polémicos, como Ponzano, Santa Engracia y Olavide. La esperada ZPAE es el clavo ardiendo al que se agarran unos vecinos ya chamuscados de tantos ruidos e incomodidades por el ocio nocturno en las zonas de moda, aunque no entrará en vigor hasta el último tramo del año, o bien en los próximos dos meses, si se cumplen las previsiones del concejal de Chamberí, Javier Ramírez. Veremos si es suficiente para paliar uno de los mayores problemas que arrastra el distrito en estos años.
Por último, el tira y afloja que desde hace meses mantienen vecinos y Junta Municipal por la pista deportiva que albergará el Centro Deportivo del Parque Móvil ha dado durante las últimas semanas un vuelco cuando ya parecía que la posición de “trocear” el espacio para hacer salas polivalentes era inamovible.
En ese tiempo se ha conocido la insólita carambola de que la licitación no contaba con un espacio adicional de unos 200 metros cuadrados, descubiertos en una inspección de las empresas que optaban a realizar el proyecto junto con representantes de la Junta. Un hallazgo que, junto a la presión vecinal y de las AMPAS, ha obligado a replantear el proyecto y sacar un nuevo pliego que incluya el espacio encontrado, que ahora se podrá aprovechar para que el polideportivo albergue tanto una cancha de minibasket y otros deportes de equipo como las polémicas salas, “con lo que cumpliremos al 100 % las demandas de vecinos y colegios”, señala el concejal a este periódico. Sin embargo, los vecinos distan de respaldar la satisfacción de Ramírez, al que ya han dejado claro en una reciente reunión que su posición sigue siendo la misma: que se mantenga una pista con las medidas reglamentarias.
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