Los trabajos de mejora de la accesibilidad del Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana, ubicado bajo el puente de Enrique de Gorostiza, desde la calle Serrano hasta la glorieta de Rubén Darío, finalizarán a comienzos de la próxima primavera. Así lo anunció hace unos días el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado en el que también explicaba que su objetivo principal es remodelar el espacio público que alberga el museo para adaptar este ámbito “a la normativa de accesibilidad universal, la mejora de la calidad ambiental y el paisaje urbano del entorno, así como la renovación de los servicios urbanos”.
La actuación fue puesta en marcha durante el mes de julio y el pasado 8 de septiembre, la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, acudió acompañada de los concejales de Chamberí y Salamanca, Javier Ramírez y José Fernández, respectivamente, y, juntos, visitaron los trabajos de mejora que se están llevando a cabo. Esta intervención está siendo ejecutada por el área que dirige García Romero y cuenta con un presupuesto de 2,5 millones de euros.
Así, el Consistorio también especifica las mejoras que serán visibles dentro de los cuatro ámbitos en los que se está trabajando. Respecto a la mayor accesibilidad universal, se potenciarán los itinerarios peatonales de cruce con nuevos pasos de peatones y un nuevo diseño de rampas accesibles. La zona dispondrá de un nuevo mobiliario urbano. En este sentido, destacan que se “optimizará su colocación”, tratando de evitar de esta manera que suponga un obstáculo.
En relación con la calidad ambiental y el paisaje urbano, el peatón pasará a ser el protagonista. Se ampliarán y renovarán las aceras, espacios estanciales y calzadas, “unificando materiales y acabados de manera que se configure un espacio urbano continuo y unitario en uno de los más importantes espacios al aire libre destinados al arte urbano de Madrid”. Este enclave, ubicado en el límite de ambos distritos, contará con un nuevo alumbrado y, en él, también se mejorarán las zonas verdes con la incorporación de nuevas especies. Además, el estanque, que actualmente se encuentra en desuso, también se rehabilitará para mejorar la calidad del entorno.
Siguiendo esta línea, también se reubicarán las isletas del Paseo de la Castellana. Es decir, los espacios en los que se encuentran instaladas las paradas de la EMT cambiarán de ubicación y se creará un nuevo paso de peatones de 22 metros de ancho y accesibilidad universal. De esta forma, la remodelación permitirá despejar la parte central y situar las paradas de autobús fuera de la imagen visual del museo.
Foto: Ayuntamiento de Madrid
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