Tras 12 años de espera, Chamberí recuperó su nuevo y flamante Estadio de Vallehermoso. Un moderno y acogedor recinto que alberga la única pista de color verde del mundo, y que casi llenó sus 10.000 asientos el pasado 25 de agosto, día de su inauguración, para contemplar la 37ª edición del Meeting de Madrid, organizado por la Real Federación Española de Atletismo (RFEA) y el Área Delegada de Deporte del Ayuntamiento de Madrid.
Al estreno acudió el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, junto a la concejala delegada de Deportes, Sofía Miranda, el presidente de la RFEA, Raúl Chapado, y otros miembros del Gobierno municipal. También estuvieron presentes figuras del atletismo patrio, como Fermín Cacho o Ruth Beitia.
“Hoy el atletismo vuelve a casa, a este Estadio de Vallehermoso que tantas tardes de gloria nos dio y que ahora es una instalación moderna, con 10.000 asientos en pleno centro de Madrid y cuyas instalaciones han sido definidas por la Federación de Atletismo como extraordinarias”, señaló el alcalde, que también tuvo palabras de agradecimiento para la anterior Corporación. “Es de justicia reconocer que el anterior equipo de gobierno hizo un buen trabajo para que este estadio fuera una realidad”, y señaló que el objetivo del Ayuntamiento es “traer tantos eventos como sea posible, para que Madrid sea la capital europea del deporte”.
La reforma y reapertura del Estadio de Vallehermoso fue un proyecto inicial de Alberto Ruiz-Gallardón en 2007, que posteriormente se abandonó y fue retomado por la alcaldesa Manuela Carmena, que puso en marcha un plan para acabar con el conocido durante más de una década como “agujero” de Chamberí.
15 meses, 14,5 millones
Las obras de restauración han tenido una duración de 15 meses y han supuesto una inversión de 14,5 millones de euros. Los trabajos se han ejecutado sobre una superficie de 3.810 metros cuadrados, lo que lo convierte en uno de los más modernos equipamientos de atletismo de Europa.
El nuevo Estadio de Vallehermoso cuenta con un graderío parcialmente cubierto con 10.000 asientos; una pista de 400 metros de cuerda y ocho calles con un exótico tartán de color verde y curvas de un solo radio de 36,5 metros; una recta cubierta de entrenamiento de 75 x 12 metros, una de las señas de identidad de la nueva instalación, debido a su ubicación sobre las gradas y su peculiar arquitectura; una recta de 110 metros, 9 calles y 2 colas que sobresalen del anillo central, de césped artificial para corredores de fondo; pasillos dobles para concursos de saltos, pasillos y círculos de lanzamiento, y un campo interior de césped natural. El proyecto escogido para el solar fue el de Estudio Cano Lasso Arquitectos, y ejecutado por la constructora Becsa, que inició las obras en abril del 2018.
El Meeting de Atletismo de Madrid 2019, celebrado el día de la puesta de largo del estadio, dejó cuatro marcas mínimas españolas para el Mundial de Doha, las de los corredores Sergio Fernández, Kevin López, Álvaro de Arriba y Mariano García. Además, el casi repleto estadio pudo disfrutar de las victorias del subcampeón olímpico nacional en 110 metros vallas, Orlando Ortega, y de Fernando Carro, que se alzó con el triunfo en 3.000 obstáculos. El estreno también dejó la participación del plusmarquista español Bruno Hortelano y del subcampeón de Europa Óscar Husillos.
El próximo 14 de septiembre, el Vallehermoso volverá a abrirse a los aficionados al atletismo, con la celebración del triangular entre las selecciones de Francia, Italia y España.
Un estadio de leyenda
Construido en los años 50 en los terrenos de un antiguo cementerio madrileño e inaugurado en 1961, el Vallehermoso se convirtió durante su primera andadura en un estadio emblemático. En su pista corrió Carl Lewis y se llevaron a cabo gestas como el récord mundial de salto de pértiga de la rusa Yelena Isinbayeva o la derrota del vallista Edwin Moses, tras nueve años, nueve meses y nueve días invicto. El estadio fue clausurado en julio de 2007, tras 46 años de funcionamiento.
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