Ana García, coordinadora de programas en Karibu, explica cómo funcionan y cuáles son los servicios que ofrecen: “Lo primero que hay que hacer para formar parte de Karibu es pasar por la sede central, en Santa Engracia, 140, donde tenemos el servicio de primera acogida e informamos sobre los recursos, propios y ajenos, de los que podrían beneficiarse. También distribuimos artículos de primera necesidad, como ropa y alimentos”.
Fachada de la sede de Karibu, en Santa Engracia (Foto: Carla Bonnet).
Asimismo, añade que “nuestro equipo está formado por muy pocas personas contratadas, apenas siete, que nos encargamos de coordinar los proyectos y conseguir subvenciones, tanto públicas como privadas. Nuestra labor es posible gracias a una red de más de 200 voluntarios, entre médicos, profesores, trabajadores sociales, cocineros… y a que todos nuestros locales son cedidos por entidades religiosas privadas”.
¿Qué ofrece Karibu?
Además de orientación y asesoramiento jurídico gratuitos, cuentan con un centro médico, dos centros de formación y varios hogares de acogida para personas con necesidades más urgentes, como enfermos o mujeres embarazadas. Les abren un expediente social para conocer sus necesidades concretas y que obtengan un carné de la entidad, con el que podrán optar a todos sus recursos de manera gratuita. Asimismo, están coordinados con otras organizaciones, por lo que también les informan de servicios externos que les puedan ser de ayuda.
“Uno de nuestros servicios más demandados es el centro médico, porque muchas de estas personas no pueden acceder a la sanidad pública por su situación irregular o no pueden costearse los tratamientos que les han recomendado. Tenemos un servicio de medicina general, otro de especialistas y realizamos acuerdos con hospitales para la realización de algunas de las pruebas más urgentes y costosas”.
Otro punto fuerte son los centros formativos: “Uno para hombres y otro para mujeres. A las mujeres se les permite la entrada en el masculino para realizar algunas actividades, como las clases de informática básica, pero el de mujeres es exclusivo para éstas, porque funciona como lugar de encuentro y espacio propio, que además cuenta con servicio de guardería. Se les enseña español, alfabetización, informática básica y formación orientada al mundo laboral. Los cursos más demandados son cuidado de enfermos y ancianos, hostelería, peones de construcción, peluquería, estética...”.
Los centros de formación, uno de los puntos fuertes de la oenegé.
Respecto a los hogares de acogida hay que señalar que están reservados para personas con necesidades específicas, como discapacitados, embarazadas, madres solteras o menores no reconocidos por la Comunidad de Madrid.
Por último, “hacemos visitas al CIE (Centro de Internamiento de Extranjeros) de Aluche, que es el único que está en la Comunidad de Madrid, para ofrecer acompañamiento personal y mediación con los abogados”.
También “nos coordinamos con otras entidades, por ejemplo, ahora hemos lanzado un comunicado con otras organizaciones al Ayuntamiento de Madrid, para que se refuercen los recursos para la campaña de frío. Pedimos que haya más alojamientos temporales y que se ofrezcan más servicios de comedor. Hay que ser conscientes de que este colectivo posee unas dificultades específicas, como son el idioma y la cultura. Vienen de países en los que nunca han pasado frío y de repente tienen que enfrentarse a nuestro invierno, muchas veces en situación de calle. Por eso, también recogemos donaciones de ropa de invierno en buen estado, enseres del hogar, mantas o alimentos no perecederos”, explica Ana García.
Karibu abre sus puertas a todo el que quiera ser solidario, tanto echando una mano como voluntario o donante. Su sede, en la calle de Santa Engracia, 140, abre al público de lunes a jueves de 9 a 13 horas por la mañana y de 16:30 a 19:30 horas por la tarde. Los viernes sólo tienen horario de mañana. También se puede contactar con ellos a través del correo electrónico karibu@asociacionkaribu.org, llamando al 91 553 15 03 o a través de sus redes sociales.
Laura Conde
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