Exposición en la Galería Elvira González, hasta el 29 de marzo
Flores, peces, toros: autobiografía de Miquel Barceló en tres actos
Diego Navarrete Villar, 10 de febrero de 2025
Desde la isla de Mallorca, hasta desembarcar en el espacio de exposiciones de la Galería Elvira González (calle de los Hermanos Quintero, 1), llega la nueva exposición de Miquel Barceló, uno de los artistas contemporáneos que más resuenan dentro y fuera de nuestro país.
‘Flores, peces, toros’ es la última muestra del pintor y escultor de Felanitx (Mallorca), que comparte con el público a lo largo de las tres salas de la galería las temáticas que más le han estimulado a lo largo de su trayectoria. La muestra puede visitarse con entrada gratuita hasta el próximo 29 de marzo.
La primera sala está dedicada a la tauromaquia: lienzos imponentes con escenas de lidias taurinas circunscritas en espiral. Amarillo para el albero, el negro para el duelo en relieve entre el matador y el animal; el binomio de la luz y la oscuridad que separan la vida de la muerte, pinceladas elípticas en rojo sangriento, que enmarcan la lidia y guían el ojo del que observa para identificar el mundo Barceló.
Una vez llegados a la segunda sala se exponen una serie de máscaras y cerámicas que aluden a elementos marítimos, como cabezas de peces o retratos del propio artista sobre las paredes. Un conjunto de acuarelas que hablan de la vida en el mar, de la flora y la fauna que tanta fascinación despiertan en él. Retratos de peces y del propio creador, que lloran accidentalmente cuando, para conformar los ojos, se utilizaron unas canicas que se derritieron en los hornos y al haberse secado dan la sensación de ser verdaderas lágrimas de cristal descendiendo sobre la vasija.
La tercera y última sala la conforma un centro de cerámicas que entremezcla elementos taurinos, marítimos y vegetación figurativa. En uno de los cuadros, ‘Vanitas sur mer’, dos floreros presiden el plano irradiando luz y color, tras un fondo de aguas bravas y un cielo oscuro que acecha la escena. Otro lienzo, denominado ‘Pop Central’ y que se ubica en un lateral de la sal, es un alarde de color y formas (estrellas marinas, tentáculos, pececillos amarillos que parecen querer salir del cuadro por una de las esquinas), como ostentación de vida y creatividad en el entorno subacuático.
El paso del tiempo sigue siendo una constante para el artista, cuando afirma: “Lo que me gusta es lo que no acabo de entender”, y en otra etapa más de esa búsqueda ofrece una exploración de esos territorios a través de sus obras, muchas de ellas llevadas a cabo sin brújula ni mapa. Sorprende que la improvisación y el azar den resultados tan evocadores.
Tapices para Notre-Dame
Miquel Barceló ha recibido a lo largo de los años reconocimientos, como el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1986 o el Premio Príncipe de Asturias de Artes Plásticas en 2003. Sus obras se han expuesto en los centros de referencia del circuito del arte contemporáneo, en ciudades como París, Roma, Tokio o Nueva York. Entre sus intervenciones en espacios públicos destacan el recubrimiento cerámico en la Capilla de Sant Pere de la Catedral de Mallorca o la cúpula de la sala XX del Palacio de las Naciones Unidas, en Ginebra.
Actualmente trabaja en tres tapices para la capilla lateral-norte de la renovada Catedral de Notre-Dame de París.
Deje un comentario