El pasado día 4 de febrero se conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, un problema que afectará a 1 de cada 3 hombres y 1 de cada 4 mujeres a lo largo de la vida. El lema de este año es “por unos cuidados más justos”. El objetivo es que los líderes políticos se comprometan a dar prioridad al cáncer, a crear estrategias innovadoras diseñadas para hacer frente a las inequidades y a invertir recursos para lograr un mundo justo y libre de cáncer.
El cáncer puede prevenirse y controlarse llevando a cabo ciertos estilos de vida saludables, tal y como nos recuerdan, tanto el Código Europeo como la Organización Panamericana de la Salud. Ambos coinciden en señalar que la primera medida es no fumar ni usar ningún tipo de tabaco. Si fuma, es posible dejarlo; solicite ayuda profesional. Tampoco use cigarrillos electrónicos, ya que conducen al consumo. Haga de su casa un hogar sin humo. Apoye las políticas antitabaco en su lugar de trabajo. Alcance y mantenga un peso saludable y coma de manera sana: consuma la mayor cantidad posible de verduras y frutas, incluyendo cereales integrales y legumbres. Limite los alimentos hipercalóricos (ricos en azúcar o grasa) y evite las bebidas azucaradas y ultraprocesados, como golosinas, cereales dulces de desayuno, snacks salados, pastelitos y galletas, entre otros. En su lugar, consuma alimentos naturales o preparados en el hogar. Evite la carne procesada y limite el consumo de carne roja y de alimentos con mucha sal. Haga ejercicio a diario evitando el sedentarismo. Reduzca el consumo de alcohol, aunque lo mejor para la prevención del cáncer es evitarlo. Utilice protección solar, ya que una exposición excesiva al sol es perjudicial. No use cabinas de rayos UVA. Infórmese si su trabajo le expone a sustancias que puedan producir cáncer, y exija y adopte las medidas de protección recomendadas. Si puede, amamante a su bebé, la lactancia materna reduce el riesgo de cáncer en la madre. La terapia hormonal sustitutiva aumenta el riesgo de determinados tipos de cáncer, limítelo. Asegúrese de que sus hijos participan en programas de vacunación para la hepatitis B (los recién nacidos) y el virus del papiloma humano (VPH). No olvide el cribado del cáncer de colon (PREVECOLON), de mama (DEPRECAM) y de cuello uterino (CERVICAM).
Aunque conocemos el papel de la genética en muchos tipos de cáncer, la mejor forma para no padecerlo es la prevención, ya que, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, el 40 % de los cánceres se podrían evitar adoptando hábitos de vida saludables.
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