Monumentos de Chamberí (XVI)
El monumento al Marqués del Duero, un capitán general a caballo contra las tropas carlistas
Beto López, 20 de febrero de 2024
El monumento al Marqués del Duero fue inaugurado en 1885 y se encuentra ubicado en la Plaza del Doctor Marañón, a la altura del número 70 del paseo de la Castellana, entre los distritos de Chamberí y Salamanca. Dedicado al capitán general del ejército español Manuel Gutiérrez de la Concha e Irigoyen, conocido por el título nobiliario de Marqués del Duero (Córdoba del Tucumán, 1808 - Abárzuza, 1874) fue un militar y político español, de tendencia liberal-moderada, notable por combatir contra las insurrecciones carlistas.
Se dice que es la primera estatua ecuestre inaugurada en España desde el siglo XVII. Fue promovida por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y el Ayuntamiento de Madrid, que en 1875 convocaron un concurso para consagrar al Marqués del Duero un mausoleo y una estatua ecuestre. El mausoleo fue diseñado y esculpido por el arquitecto madrileño Arturo Mélida Alinari, con la colaboración del escultor Elías Martín Riesco, que realizó la figura del genio de la guerra, que sostiene un medallón con la efigie del homenajeado, y se erigió en la Basílica de Atocha, siendo trasladado al Panteón de Hombres Ilustres –donde hoy se conserva– al derribarse aquella; la estatua ecuestre fue realizada por el escultor tarraconense Andrés Aleu Teixidor (1832-1901), con la colaboración de su discípulo Pablo Gibert Roig.
La estatua fue sufragada por suscripción nacional, con un coste total de 143.000 pesetas. En un primer momento se planteaba instalarla en la explanada ante la Basílica de Atocha, donde se le había enterrado, pero finalmente la municipalidad designó su actual ubicación, inaugurándose el 27 de junio de 1885. Aunque nunca ha cambiado de lugar, sí ha perdido la verja sobre un zócalo de piedra de Novelda que antaño lo rodeaba, así como la escalinata con tres peldaños sobre la que se alzaba, que se eliminó para facilitar el flujo del tráfico, sustituyéndose por la superposición de un plinto prismático de granito, sobre el que descansa otro de piedra caliza.
La estatua realizada en bronce tiene 4,5 metros de altura y pesa 8,2 kilogramos. El bronce empleado fue esculpido en Sevilla, procedente de cañones fundidos, prestados por el Estado español. En los lados longitudinales del pedestal hay dos relieves, también de bronce, que ilustran episodios importantes de la vida del capitán general.
Uno de los relieves describe la intervención española en el Reino de Portugal en 1847 durante la Guerra Civil portuguesa, con Gutiérrez de la Concha entrando en la ciudad de Oporto, seguido por su personal, en el acto de ser recibido por el dirigente local de los insurrectos: António César de Vasconcelos, rodeado por sus afines. Este papel de defensor de la paz le concedió una Condecoración de la Orden de la Torre y la Espada por parte del Gobierno portugués, y el título nobiliario de Marqués del Duero y Grande de España por el Gobierno español. El otro relieve, inspirado en la muerte del capitán general, describe el momento en el que sus ayudantes levantaron su cuerpo herido a un caballo, que llevaría el cuerpo fuera de la Batalla de Monte Muro, un episodio de la Tercera Guerra Carlista. En letras de bronce, se lee la inscripción: “Al capitán general, Marqués del Duero”.
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