La Federación Española de esta lengua internacional está ubicada en la calle de Rodríguez San Pedro
Chamberí, punto de encuentro y difusión del esperanto
Isabel Garrido, 13 de septiembre de 2021
Si alguien le hubiera dicho al doctor Lázaro Zamenhof que más de 130 años después de que escribiera un libro en el que proponía acabar con el dominio de unas lenguas sobre otras se seguiría consultando, probablemente le hubiese resultado difícil de creer. También le hubiera sorprendido que el pseudónimo que utilizó para su publicación haya dado nombre a un idioma que, desde 1887, trata de servir de base de comunicación para las personas de cualquier parte del mundo. Así, desde entonces y hasta ahora, el esperanto sigue manteniendo el mismo objetivo: facilitar la interacción de hablantes, desde un plano de igualdad y sin discriminación.
Entre sus principales señas de identidad destacan su carácter neutral y su facilidad a la hora de estudiarlo. Desde la Federación Española de Esperanto, cuya sede se encuentra en el distrito, explican que esta lengua se creó dirigida a los ciudadanos, con independencia de su procedencia o posición social. Respecto a la dificultad que implica su conocimiento, comentan que, a pesar del esfuerzo que requiere como cualquier otro idioma, es “fácil” de aprender, sobre todo para aquellos hablantes que ya dominan el alfabeto latino.
Entre los beneficios que aporta conocer este idioma señalan dos grandes conceptos. El primero hace referencia a la satisfacción de “hablar una lengua justa, que favorece una idea internacional”; y, en segundo término, se alude a la practicidad, ya que facilita el surgimiento de amistades en cualquier parte del mundo y la posibilidad de “conocer gente de otras culturas a un nivel íntimo, que otras lenguas no permiten con la misma intensidad”.
A pesar de todo ello, el uso del esperanto todavía es minoritario y advierten de la dificultad que supone dar cifras concretas, debido a la inexistencia de censos u organizaciones que agrupen a todos los hablantes. “Nosotros calculamos que en el mundo habrá varios cientos de miles, con varios miles en España y unos cientos, quizás alrededor de mil, en Madrid, pero son cifras muy orientativas”, detallan. No obstante, señalan igualmente el “mérito” que representa haber mantenido a una amplia comunidad, teniendo en cuenta “la falta de apoyos institucionales” e, incluso, “la persecución que ha sufrido en diversos momentos de la historia”.
Actualmente están notando un renacimiento por el interés del esperanto gracias, principalmente, a la comodidad que aportan las redes sociales e internet, a través de foros y plataformas de encuentro, así como las facilidades que hasta antes de la llegada de la pandemia había para viajar y establecer contactos internacionales. Además, en este punto cobra una relevancia especial la idea de que, para muchas personas, su estudio supone un incentivo, al darse cuenta de “las injusticias y desventajas que comporta la dominación de una lengua hegemónica en las relaciones internacionales”.
Literatura original
En cuanto a la presencia del esperanto en las Artes, despunta el desarrollo literario por encima de otros campos. Así, unido a las numerosas traducciones que se han realizado y, a menudo, de lenguas minoritarias, sobresale igualmente la “importante literatura original”, indican desde la federación. De hecho, subrayan la existencia de una ‘Escuela Ibérica’, ya que algunos de los mejores escritores proceden de la Península Ibérica, entre los que destacan los nombres de dos madrileños: Miguel Fernández Martín y Jorge Camacho.
Deje un comentario