Una nueva batalla legal entre los herederos dificulta la venta de Velintonia

En el trasfondo del asunto se habla de una imprevista oferta por parte del Ministerio de Cultura


La adquisición de Velintonia por parte de la Comunidad de Madrid se ha topado con un nuevo obstáculo, cuando todo parecía encarrillado para convertir la que fuera casa del Premio Nobel Vicente Aleixandre, en un centro cultural que rindiese homenaje a la poesía. El motivo tiene que ver con la batalla que desde hace años mantienen los herederos del inmueble: por un lado, Amaya Aleixandre, sobrina segunda del escritor, propietaria de un 60 % de la vivienda, y los Usera Estirado, cuatro nietos de una prima del poeta, del 40 % restante.

El Gobierno regional ya había consignado los 3,2 millones de euros para la compra de Velintonia, tras alcanzar previamente un acuerdo con las partes. No obstante, según ha publicado el diario ABC, la sobrina del poeta presentó el pasado mes un escrito de oposición a dicha venta, y podría estar interesada en una oferta del Ministerio de Cultura, señalan desde el Ejecutivo autonómico, pese a que el propio consejero de Cultura aseguró que el ministro Ernest Urtasun ni siquiera había respondido a la carta donde le proponía que la Administración central se hiciera cargo de la compra.

Desde la Comunidad se acusa ahora al ministerio de “interferir en algo que ya estaba hecho” y que deja en manos de un juzgado el devenir inmediato de Velintonia: si el juez se opone al recurso, la Comunidad de Madrid tendrá vía libre para la compra; si lo admite, el futuro de la casa del Nobel se volverá a enmarañar. En cualquier caso, se alargarán los plazos para declarar Bien de Interés Cultural al inmueble, como también había anunciado el Gobierno regional.

La sobrina de Aleixandre y los Usera Estirado pleitean además desde hace cinco años el pago de unos 30.000 euros en concepto de administración y mantenimiento del inmueble, cuyo expediente se encontraría ya en el Tribunal Supremo. Además de estas batallas legales entre los herederos, la vivienda tiene que hacer frente a una reparación urgente, por unos desperfectos detectados en tejado, balcón y valla exterior, tras una Inspección Técnica de Edificios realizada en 2020, y cuya valoración sería de entre 80.000 y 100.000 euros, según ha publicado el diario El País

Foto: AAVA.


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