Con los votos a favor del Partido Popular, Ciudadanos y el Grupo Mixto, el Pleno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado la última semana de enero la modificación de la Ordenanza de Terrazas y Quioscos de Restauración, impulsada desde el Área Delegada de Coordinación Territorial, Transparencia y Participación Ciudadana, dependiente del Área de Gobierno de Vicealcaldía.
Según señalan desde el Consistorio, con la entrada en vigor de esta norma desaparecerán las más de 2.000 ampliaciones de terraza concedidas “bajo el paraguas de la resolución 51 por la Comisión de Terrazas de Hostelería y Restauración”. No obstante, también indican que las terrazas que se ubican en bandas de estacionamiento permanecerán hasta 2023, “siempre y cuando no formen parte de zonas de protección acústica (ZPAE) o ‘zonas saturadas’”. En este sentido, cuando se encuentren en zonas ambientalmente protegidas, conocidas como ZAP, cada distrito podrá reducir su capacidad proporcionalmente hasta llegar al 40% de las bandas de estacionamiento.
Asimismo, la nueva Ordenanza también habilita nuevos espacios para instalar terrazas. Estos son las zonas terrizas, las esquinas con únicamente mesas y sillas y, también, las mesas altas de baja capacidad, siempre y cuando nunca estén adosadas a fachadas y estén alineadas con el mobiliario.
Principales novedades
Con el fin de garantizar el descanso de los vecinos, el horario de funcionamiento de las terrazas se reduce respecto al actual y queda organizado en dos periodos. De marzo a octubre y de domingo a jueves hasta la 1 y los viernes, sábados y vísperas de festivos hasta la 1:30 horas. Por su parte, el resto del año deberán cerrar a las 00 horas, teniendo que comenzar el desmontaje del mobiliario antes del máximo permitido.
En este punto, la norma contempla una excepción adicional. Aquellas terrazas ubicadas en bandas de estacionamiento deberán cerrar a las 00 horas durante todo el año y si, además, se encuentran en zonas saturadas, “el distrito podría proponer a la Comisión de Terrazas una reducción de su horario a las 23 horas.
Asimismo, entre las principales novedades de la nueva Ordenanza de Terrazas sobresalen la creación de las ‘zonas saturadas’ con el fin de que la Administración pueda actuar en aquellos espacios donde exista una ocupación superior al 33% o al 40% según el ancho de la acera. Es decir, aquellas por donde caminen más de 33 personas por minuto y donde exista algún condicionante medioambiental como estar cerca de centros hospitalarios o centros de mayores en un radio de 150 metros.
También destaca la incorporación de criterios de accesibilidad, gracias a la ampliación de “las distancias destinadas a reservas de estacionamiento para personas con discapacidad, al pavimento podo-táctil y a otros elementos de mobiliario”, así como de criterios de sostenibilidad ambiental. Después de un máximo de dos años estarán prohibidas las estufas de gas y los elementos industriales móviles que emitan gases de efecto invernadero a la atmósfera. Así, estos deberán ser sustituidas por mecanismos de calefacción eléctricos o generados a partir de energías renovables acordes a la homologación de la Unión Europea.
Endurecimiento de las sanciones
La nueva norma que modifica la Ordenanza de Terrazas de 2013 también agrava el régimen sancionador. Incluye la previsión legal de la revocación de la autorización para aquellos casos en los que “la reiteración de los incumplimientos resulte significativa”. De esta forma, la comisión de tres infracciones graves o dos muy graves en dos años supondrá la extinción de la autorización de la terraza.
La respuesta de los vecinos
La opinión de los madrileños también se ha hecho notar incluso antes de la aprobación en el Pleno municipal. Desde la Federación Regional de Asociación Vecinales de Madrid (FRAVM) consideran que con esta modificación el Ayuntamiento ha priorizado el interés de una minoría frente al general que tenga en cuenta a todos los residentes. Así, en un comunicado destacan que la nueva Ordenanza “no es una norma nacida del consenso” y, explican que, durante el mes de diciembre de 2021, la FRAVM participó en las reuniones del grupo intersectorial creado por el Consistorio para abordar este proyecto donde trasladaron sus propuestas. No obstante, subrayan que “una cosa es poder opinar y otra muy distinta ser escuchado para negociar un acuerdo, que es la base del consenso”.
En esta misma línea, la Asociación Vecinal El Organillo comentaba hace unos días en su cuenta de la red social Twitter que rechazan esta iniciativa que “busca favorecer solo el interés privado del sector hostelero sobre el derecho al descanso y la salud del vecindario”. Y añadían que, “con la vía política cerrada seguiremos por la vía judicial”, ya que en su opinión, “para algunos hosteleros la nueva Ordenanza de terrazas es un salvoconducto para arrasar a su paso todo el espacio público”.
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