Cientos de personas se manifiestan al grito de “Casa sí, en Chamberí”

En defensa de la cultura y los espacios vecinales

Todo el movimiento asociativo de Chamberí estaba convocado el domingo 21 de marzo, a las 12 del mediodía, en el número 37 de la calle de Bravo Murillo, en un último intento para, con su unión, evitar el cierre inminente de la Casa de Cultura el miércoles 24 de marzo.

A la hora programada, más de 600 personas iniciaron la marcha por diversas calles de Chamberí −acompañados por un amplio despliegue policial para que se respetasen las medidas de seguridad−, a ritmo de batucadas, proclamas a favor de la Casa de Cultura, los acordes musicales de la canción ‘Resistiré’ y pancartas, como la que portaba un grupo de niños, que rezaba: “No quiero que cierren la Casa de Cultura, me pone triste”.

Incluso, las asociaciones de Chamberí no se sintieron solas en esta manifestación, ya que recibieron el apoyo de otras llegadas de distintos distritos y zonas de la capital, como el Espacio Vecinal Arganzuela (EVA), la Casa del Cura de Malasaña o el Solar de Matilde en Carabanchel, además de contar con la presencia de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM).

“Seguiremos adelante, más unidos”

Durante el recorrido de la manifestación, que discurrió desde el punto de partida por las calles de San Bernardo, la Glorieta de Ruiz Giménez, Carranza, la Glorieta de Bilbao, Luchana, la Plaza de Chamberí y Santa Engracia, para finalizar una hora y media después de nuevo en Bravo Murillo, 37, ‘Chamberí 30 días’ habló con el presidente de la Casa de Cultura, Óscar Álvarez, quien aseguró que “este es un acto en defensa de los espacios vecinales y de la participación ciudadana en todo Madrid. Es cierto que nos da mucha pena y rabia el cierre de la Casa de Cultura, que deja a 24 asociaciones en la calle, porque es un espacio en el que hay solidaridad y se ayuda a los demás, cubriendo las necesidades y solventando los problemas de los barrios, y por eso, aunque sea sin local, lo seguiremos haciendo, ya veremos cómo”.

La manifestación puso el punto final a las dos menos cuarto, con un breve mitin en el que se agradeció la presencia de todos los participantes en este acto reivindicativo, al tiempo que se reconocía que “los golpes que nos están dando, nos van a unir más todavía. Están menospreciando y atropellando la actividad vecinal, porque les aterra la democracia participativa y el tejido social, a través de los cuales podemos cambiar la realidad”, para concluir subrayando que “vamos a continuar luchando, defendiendo un Madrid solidario y libre, con los espacios vecinales, con la cultura”.