A lo largo de los últimos meses las terrazas de bares y restaurantes han comenzado a extenderse por las aceras hasta invadir plazas de aparcamiento de siete distritos madrileños. Esta medida fue tomada de forma provisional para impulsar la hostelería y paliar las pérdidas causadas durante el confinamiento, así como las restricciones impuestas para frenar los contagios de covid. Desde el principio, la iniciativa fue celebrada por hosteleros y consumidores. Sin embargo, muchos vecinos se quejan de los ruidos y los problemas de salud a los que se enfrentan los residentes.
Desde el pasado mes de mayo, el Consistorio ha concedido 1.810 licencias municipales para ampliar las terrazas de la ciudad. De los siete distritos que han visto la reducción de sus lugares de estacionamiento en favor de las terrazas, Chamberí es donde se concentran la mayoría de las plazas ocupadas con 290, 261 verdes y 29 azules, según los últimos datos facilitados por el Ayuntamiento de Madrid. A nuestro distrito le siguen en orden descendente Salamanca, Chamartín, Retiro, Arganzuela, Moncloa-Aravaca y Tetuán.
El Organillo se opone a la iniciativa
La Asociación Vecinal El Organillo rechaza la medida por tratarse de una “ocupación y privatización del espacio público”. Su portavoz, Pilar Rodríguez, declara que el principal problema derivado es la salud: “Nuestras calles y nuestras aceras son muy estrechas. Por mucho que pongan las terrazas en las plazas de aparcamiento, los vecinos tenemos que seguir pasando al lado”. En este sentido, también expone los riesgos ante la transmisión del virus, teniendo en cuenta que “las terrazas nos están impidiendo tener el espacio necesario para garantizar la seguridad sanitaria”.
De esta manera, los problemas con las plazas de aparcamiento se suman a la contaminación acústica y ambiental que igualmente denuncia desde hace tiempo El Organillo. En el barrio de Ríos Rosas, una de las zonas clásicas del terraceo de Chamberí, algunos bares ya han colocado estufas y en muchos casos son de butano, lo que es “muchísimo peor para el medio ambiente”. “Nos sorprende que grupos municipales y ecologistas no levanten la voz”, comenta también Rodríguez.
Desde el Consistorio explican que todas las plazas verdes que se han cedido a las terrazas se han compensado con otras azules en las mismas zonas SER. Para ello se han pintado de verde algunas bandas que antes eran azules. Una afirmación a la que Rodríguez se opone. “Solamente en la calle Ponzano, entre el 1 y el 60, han quitado más de 80 plazas de aparcamiento y no han compensado porque no pueden, entre otras cosas porque no las hay”, critica.
En un principio, este permiso con carácter temporal se fijó hasta el 22 de noviembre. No obstante, más tarde se decidió ampliarlo y, de momento, todas las medidas que se están adoptando se extenderán hasta el 31 de diciembre.
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