Para lograr que “la suciedad no se adueñe de sus calles ni de la imagen de Madrid” el nuevo Gobierno municipal ha lanzado el Plan Especial de Limpieza con el que 943 empleados y 768 máquinas limpian desde el pasado 1 de julio las calles de la ciudad. La iniciativa comenzó a principios del mes en los distritos del exterior de la almendra central y llegará el próximo lunes a Chamberí y al resto de distritos que se encuentran dentro de la M-30.
Estos servicios se extenderán hasta el 30 de septiembre y se fundamentan en la aparición de manchas, olores y una intensa caída de las hojas de los árboles. Así, este plan de choque contra la suciedad ha supuesto la contratación 491 nuevos operarios de limpieza que se han incorporado a la plantilla y que, según han informado fuentes municipales, el refuerzo de personal de cerca de medio millar de trabajadores no supone un coste extra para el Ayuntamiento, debido a que se trata de una “prestación del contrato que se activa cuando es necesario”.
Los trabajos dividen cada distrito en tres ámbitos y prestan sus servicios de lunes a sábado, de tal forma que el dispositivo especial limpia las calles en profundidad dos días por semana, mientras que los domingos se destinan a tareas de repaso. Asimismo, las principales labores de los equipos se basan en barridos manuales, mixtos o con sopladoras y barredoras; vaciados y limpieza de papeleras y contenedores; eliminación de la vegetación espontánea de aceras y alcorques; y baldeos semanales en todas las calles de los distritos.
El anuncio de la puesta en marcha de este plan se hizo después de un recorrido que el Alcalde realizó el lunes pasado por el distrito de Usera donde ya habían comenzado las labores de limpieza. Allí, Martínez-Almeida pudo comprobar las tareas de los equipos y apeló al “deber cívico” de los madrileños poniendo el foco en una de sus promesas electorales, la limpieza de las calles de Madrid.
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