Las tortugas Iris y Dominó llevan 16 años con nosotras. Al principio su caparazón era del tamaño de una goma de borrar Milán, pero con el paso de los años han ido creciendo más y más. Ahora andan despacio pero cuando eran pequeñas corrían a gran velocidad. Son terrestres y acuáticas. Dominó tiene un tamaño significativamente más grande que Iris. Eso se debe a que le encanta comer, parece que no tiene fin, ¡siempre quiere más¡. Cuando estamos en otra zona de la casa y quieren comida silban para pedir más, son muy inteligentes. Aunque llevan toda su vida juntas, no se suelen llevar muy bien. Cuando las juntamos en el agua se terminan peleando, especialmente si hay comida de por medio. La más grande la quiere toda para ella y es un poco abusona. Sin embargo a veces disfrutan de momentos juntas como cuando se acercan al balcón a tomar el sol. En esos momentos bajar la guardia y se relajan. Se puede observar que están a gusto por la manera en la que estiran sus patas traseras.
