Adiós a Servi, la sonrisa de la tienda de conservas de Fernández de los Ríos

Su tienda de ultramarinos perduró tres generaciones

El pasado 27 de enero se apagó una luz de Chamberí, en la calle de Fernández de los Ríos, 53, y con ella se cerró una historia de tres generaciones. La historia comenzó hace 100 años, con varias tiendas de ultramarinos, típicas de la época. Eran conocidas como las tiendas de Sancha. Allí se despachaba persona a persona, y se pagaba a fiar, cobrando los días 15, tal y  como ahora hacemos con las tarjetas de crédito, solo que a base de papel  y lápiz. Las cantidades eran pequeñas y al peso, 100 gramos de fideos, 100 gramos de azúcar… lo que se necesitaba y se podía.

En los años 60 llego la segunda generación. El negocio empezaba a cambiar. Ya no era necesario ser atendido en el mostrador, las cantidades eran mayores y muchos productos estaban empaquetados. Fueron uno de los primeros autoservicios, con secciones de charcutería, congelados, alimentación, droguería….  en lugar de los riders de “Glovo”, en la tienda estaba el “chico”, un joven aprendiz que se encargaba de los repartos a domicilio, se tomaba nota al teléfono y se servía a domicilio.

La tercera generación llegó en los 80 con la tienda de Servi, una nueva remodelación que poco a poco se fue especializando en conservas de alta calidad y variedad. Servi era un joven amable y divertido, con ganas de charlar, con una sonrisa y siempre dispuesto a ayudar a sus vecinos. Disfrutaba tanto de su trabajo y sus amigos, que durante de más de 10 años se le olvidó hasta de jubilarse.

A finales de enero se cerró para siempre, su sonrisa se vació y nos dejó a todos desolados. Muchos han dejado flores y notas en su cierre de hierro gris, como muestra de amor y recuerdo. Poco a poco, las flores van llenando el escaparate, desplazando las latas y los carteles.

Servi, donde quieras que estés, te recordaremos. Nunca dejes de sonreír ni de hablar y hablar, como hacías en tu tienda. Siempre te recordaremos.

Ricardo Corripio