En la variedad está el gusto

El pasado 14 de febrero se celebró el Día Europeo de la Salud Sexual. Para disfrutar de la mejor salud sexual posible, hay que empezar por el respeto y el cumplimiento de los derechos sexuales y reproductivos de todos los seres humanos. Para ello debemos evitar cualquier escenario que pueda llegar a vulnerar estos derechos. Cuando hablamos de derechos sexuales podemos estar refiriéndonos a embarazos no planificados, enfermedades, cualquier tipo de violencia de género, alguna manera de acoso en el ámbito laboral o educativo, tabúes sexuales, discriminaciones por condiciones sexuales elegidas…

Los tiempos cambian, las sociedades evolucionan y con ello la posibilidad de romper tabúes y comenzar a hablar de lo que antes no se podía.

Es más, hoy en día, hablar solo de heterosexualidad u homosexualidad no es posible. Y es que, cada vez más, se lucha por conocer y expresar más la sexualidad, así como la manera que tenemos cada uno de vivirla.

A eso se refiere el término de diversidad sexual, entendiéndose como todas aquellas oportunidades que tenemos cada uno para poder asumir, expresar y vivir la sexualidad. 

En este sentido, podemos describir las principales orientaciones sexuales más frecuentes en la actualidad:

  • Heterosexualidad: consiste en la atracción física, emocional o sexual por personas del sexo opuesto.
  • Homosexualidad: dicha atracción es hacia las personas del mismo sexo.
  • Bisexualidad: en este caso la atracción es hacia personas de ambos sexos.
  • Asexualidad: hace referencia al escaso o ausente interés por la sexualidad.
  • Pansexualidad: es la atracción hacia las personas, independientemente de su género o sexualidad. Dicha atracción va más allá del sexo de la otra persona.
  • Antrosexualidad: cuando uno no se siente identificado con el resto de las opciones sexuales. La orientación sexual queda sin definir, mientras que los vínculos de atracción surgen de manera fluida.
  • Autosexualidad: cuando la atracción sexual es hacia uno mismo.
  • Graysexuality: ni blanco ni negro. Esta orientación sexual puede ser descrita como un intermedio entre la asexualidad y la alosexualidad.
  • Sapiosexualidad: cuando la atracción se debe a una cualidad no física, especialmente la inteligencia.
  • Escoliosexualidad: atracción hacia personas transgénero, intersexuales o con una identidad de género más abierta.

Estos tipos de orientación sexual no son excluyentes, sino que pueden presentarse de manera conjunta o incluso pueden ir cambiando a lo largo de la vida de una persona.

Finalmente, esta serie de conceptos surgen de la necesidad de poder dar nombre a la realidad que nos acompaña. Pero lo verdaderamente importante es recordar que existen tantas sexualidades y maneras de vivirlas, como personas somos en el mundo.

Mercedes Rodríguez Hernández
Residente de Matrona
CS Eloy Gonzalo

Foto: Wokandapix (CC)


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