Es difícil hablar del corazón sin ponerse romántico. Pero se hace cada vez más y más necesario. Y es que este mes se celebra un año más el Día Mundial del Corazón. Un año más en el que las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte y discapacidad en Europa y en el resto del mundo. En su origen intervienen muchos factores, todos ellos evitables, salvo dos: la genética y la edad. Sobre el resto de los factores, como el colesterol elevado, la diabetes, el tabaquismo, la obesidad y la hipertensión arterial, tenemos la suerte de poder modificarlos, con el fin de prevenir y evitar futuros eventos cardiovasculares. Y está en nuestra mano el llevarlo a cabo, puesto que la prevención cardiovascular es la mejor decisión relacionada con la salud que puede llevar a cabo un individuo. Aquí van una serie de consejos para conseguirlo:
1. Cuida tu dieta: disminuye el consumo de grasas saturadas/trans, prescinde de alimentos ultraprocesados. ¡Y no te olvides de tomar al menos 2 litros de agua diarios!
2. Realiza ejercicio regularmente: divídelo en varios días, para conseguir al menos 150 horas semanales de ejercicio de intensidad moderada. Mejor si combinas ejercicio aeróbico y de fuerza. Caminar es saludable, pero intenta ir más allá con un ejercicio que disfrutes.
3. Cuida tu peso: la obesidad está estrechamente relacionada con el desarrollo de diabetes e hipertensión. Adapta tu consumo de calorías a tus necesidades, en función de tu estilo de vida.
4. Duerme mejor: intenta crear una rutina antes de irte a dormir y crea hábitos durante el día que te ayuden a descansar mejor por las noches. El descanso óptimo dura unas siete horas.
5. Evita el alcohol, ya que el consumo en exceso del mismo incrementa el riesgo de múltiples patologías, así como el riesgo de accidentes. Disfruta, pero ¡siempre con moderación!
6. No fumes: el tabaco se ha relacionado directamente con un mayor riesgo de infarto, ictus, diversos tipos de cáncer, enfermedades pulmonares y vasculares. Evita así mismo ser un fumador pasivo, siempre que puedas.
7. Gestiona tu estrés: tanto a nivel personal como laboral. Para esto puede ser muy útil aprender técnicas de relajación.
8. Vigila tu tensión arterial: además de muy frecuente, la hipertensión es una enfermedad en muchas ocasiones silente. Para ayudar a prevenirla, reduce la ingesta de sal y de alcohol, y consume más frutas y verduras, controlando el sobrepeso.
Y siempre recuerda que tu salud cardiovascular, tu corazón, es tu mayor tesoro. Cuídalo.
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