La Iglesia de San Fermín se queda por segundo año sin chupinazo debido a la pandemia
Un pedazo de Navarra en Chamberí
Isabel Garrido, 5 de julio de 2021
Con este ya van dos años en los que la iglesia de San Fermín de los Navarros no organiza su tradicional chupinazo. Durante más de tres décadas, cada 6 de julio un cohete invadía el cielo de Chamberí para conmemorar a su patrón y mareas de personas enfundadas en ropa blanca y pañuelos rojos se acercaban hasta la calle de Eduardo Dato, 10. Por segundo año consecutivo, la fiesta no podrá celebrarse como consecuencia de la crisis de la COVID-19. No obstante, desde la parroquia quieren aprovechar la ocasión para recordar a todas las personas que han fallecido con motivo de la pandemia, de forma que este martes se celebrará una oración a las 12 del mediodía y el miércoles una misa homenaje.
Antes de asentarse en su actual ubicación, la iglesia pasó por diferentes direcciones. Primero cerca de la Puerta del Sol, también por la zona de Atocha y, más tarde, se estableció en el Mirador del Prado, hoy conocido como Paseo del Prado. Las obras de ampliación del Banco de España obligaron a realizar un último traslado y, desde finales del siglo XIX, San Fermín de los Navarros se encuentra en Chamberí. Los trabajos de construcción duraron cerca de cuatro años y en 1890 abrió al fin sus puertas.
Históricamente, la institución actuaba como un punto de referencia obligatorio de todo navarro que llegaba a Madrid. Cumplía una función social, acogiendo a todas aquellas personas que acudían sin trabajo o con bajos recursos y, con los años, estas acciones cayeron en desuso y sus esfuerzos se centraron en otro tipo de labores solidarias, entre las que destaca su vínculo con los misioneros navarros que trabajan en algunos territorios como India y diferentes países subsaharianos.
La construcción de la iglesia en esta zona del distrito encuentra su explicación en una donación que la Infanta Isabel de Borbón realizó a la Real Congregación de San Fermín de los Navarros. En este punto, cabe destacar el estrecho vínculo que tradicionalmente ha tenido con esta casa la monarquía borbónica y que todavía continua en la actualidad. Una de las características más llamativas del templo es el estilo artístico con el que fue ideado. Su interior neogótico se descubre al observar los techos, las cúpulas, los arcos y las columnas. Además, una de sus señas de identidad también es su excelente sonoridad, gracias a lo cual está considerado uno de los mejores lugares de Madrid para escuchar música coral.
Por su parte, el estilo exterior hace de él uno de los edificios de arte neomudéjar madrileño más representativos de la capital. En este sentido, otros enclaves históricos que también presentan las mismas características artísticas son la Plaza de Toros de Las Ventas y Casa Árabe de Madrid, entonces conocida como las Antiguas Escuelas Aguirre. Así, desde 1995, está considerado Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de monumento. Una distinción que pone en valor otra de las joyas arquitectónicas que alberga el distrito.
Rehabilitaciones constantes
La antigüedad y las características de la construcción han hecho necesario que a lo largo de los últimos años se haya llevado a cabo una intensa revisión del perímetro exterior de la parroquia, con el fin de confirmar su seguridad. De esta forma, una de las obras más destacadas fue la rehabilitación de la torre. Por dentro, se reconstruyó completamente creando nuevos accesos y escaleras, mientras que por fuera se colocó una malla de protección en sus cuatro caras y, también, se retiró hasta una tonelada de excrementos de palomas que ponían en riesgo la estructura.
Asimismo, también destacan los intensos problemas de goteras que han tenido en los últimos tiempos y que, después de muchos trabajos en el tejado, también han conseguido solucionar. En esta línea, los próximos pasos que ya están planeando están relacionados con la restauración de la puerta principal y la reforma de la entrada. Es decir, su objetivo es convertir el recinto en una zona completamente accesible para que las personas con cualquier tipo de discapacidad, así como movilidad reducida, no tengan los problemas hasta ahora existentes, ya que en la actualidad deben desplazarse hasta uno de los laterales del edificio para poder acceder con facilidad.
Próxima exposición en el Museo del Prado
Este enclave del distrito también alberga verdaderas joyas históricas. En sus instalaciones cuenta con una pequeña biblioteca de autores navarros y varios cuadros. Uno de ellos titulado San Fermín y San Francisco Javier, copatronos de Navarra, pintado en 1684 por el artista mexicano Juan Correa, será exhibido próximamente en el Museo Nacional del Prado, en el marco de la exposición ‘Tornoviaje. Arte Iberoamericano en España’, que se inaugurará a principios de octubre y se extenderá hasta mediados de febrero de 2022.
En la edición de 2019, el último ejercicio completo sin covid, hasta 2.000 personas acudieron a la celebración. Este San Fermín tampoco habrá chupinazo, ni fiesta, ni chistorra, ni vino, pero la parroquia ya cuenta los días hasta el próximo 7 de julio, esperando que la crisis sanitaria solo sea un triste recuerdo y los gritos de ‘Viva San Fermín’ puedan volver a escucharse por todas las calles del barrio.
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