Vecinos de Chamberí creen que las terrazas covid seguirán tras el 31 de diciembre

Según la futura ordenanza, casi todas las del distrito deberán retirarse tras esa fecha


La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid ha aprobado inicialmente el proyecto de modificación de la Ordenanza de Terrazas, que ratifica que las ampliaciones de terrazas llevadas a cabo durante la pandemia deberán volver a sus dimensiones previas a partir del 1 de enero de 2022. Las terrazas ubicadas en las bandas de aparcamiento podrán mantenerse dos años más, siempre que no estén instaladas dentro de Zonas de Protección Acústica Especial (ZPAE), en Zonas Ambientalmente Protegidas (ZAP) o en “zonas tensionadas”. Un término este último aún sin especificar y que “será delimitado por la Comisión de Terrazas, en el plazo de un mes tras la aprobación del proyecto”, ha señalado la vicealcaldesa, Begoña Villacís.

El proyecto significa a priori el final de las terrazas en las bandas de aparcamiento en casi todo el distrito de Chamberí, al estar este en su gran mayoría calificado como ZAP –salvo un tramo en su parte más oriental, pegada a La Castellana–, contar con la ZPAE de Gaztambide y con áreas masificadas como el entorno de Ponzano, que en consecuencia debería ser incluida entre las “zonas tensionadas”. El Consistorio calcula que un 10 % del total de terrazas se encuentran ubicadas en dichas áreas sobreexplotadas, con distritos como Chamberí, Retiro o Centro a la cabeza.

Los vecinos, sin embargo, recelan del anuncio municipal, dado que el proyecto “no recoge qué terrazas deben quitarse, y serán los técnicos o la comisión de terrazas quienes lo decidan en cada momento”, explica Pilar Rodríguez, portavoz de la Asociación Vecinal El Organillo, que califica el borrador como “un texto pactado con los hosteleros, que no van a aceptar la retirada, salvo en el caso de las anteriores a 2020, que volverán a su dimensión anterior. En cuanto al resto, hasta que no veamos el camión del Ayuntamiento llevándoselas, no lo creeremos”. Como ejemplo, Rodríguez explica que “aproximadamente el 10 % de las terrazas de Chamberí no tienen licencia, y algunas llevan así un año, sin que les pase nada”.

Hirarios, ‘responsables’ de terraza y sonómetros

La nueva ordenanza fija los horarios de apertura –hasta la 1 de la mañana en verano las vísperas de laborales, y a la 1:30 los fines de semana–, agrava las sanciones para los hosteleros infractores –tres infracciones graves o dos muy graves en dos años implicarán la extinción de la autorización– e incorpora una tasa para las terrazas covid que permanezcan.

Además, incluye la posibilidad de instalar mesas altas con un máximo de dos taburetes, a aquellos locales que no puedan disponer de terraza, crea el “responsable de terraza”, un empleado o dueño del local que deberá atender los eventuales conflictos, y obliga a los hosteleros a instalar sonómetros en los negocios.

Desde El Organillo se considera el texto “un despropósito, que da barra libre a la hostelería y traspasa una línea roja como es la de los horarios, y que incluso deja que sean los hosteleros quienes se encarguen de poner y controlar los sonómetros, sin que se sancione su posible manipulación. El proyecto, en definitiva, supone asumir un modelo de ciudad que perpetúa un problema gravísimo de convivencia”.

El pasado 28 de octubre decenas de vecinos acudieron a la cacerolada organizada por esta asociación vecinal en Ponzano, para protestar contra la ordenanza y exigir “el fin de las terrazas covid y la vuelta a la normalidad de nuestras calles y plazas”. No era la primera convocatoria de estas características, y, según Pilar Rodríguez, tampoco será la última. “No vamos a permitir que se privaticen las calles y las aceras de Madrid, así que el 11 de noviembre saldremos de nuevo a protestar, esta vez por Olavide”.

Durante el mes de noviembre se podrán presentar alegaciones al texto aprobado, que posteriormente deberá pasar por la Comisión correspondiente, antes de ser aprobado definitivamente por el Pleno de Cibeles. Algo que el Gobierno municipal espera lograr antes de que acabe el año.

REGRESAN LAS MEDICIONES A PONZANO

Por otro lado, en las últimas semanas se ha reactivado la medición de los niveles de ruido ambiental en 16 ubicaciones del entorno de Ponzano y Olavide, con el fin de evaluar si superan los umbrales permitidos y, en ese caso, proceder a declarar el área como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE). Los dispositivos permanecerán instalados entre tres y cuatro semanas, y luego cambiarán su emplazamiento para completar todos los puntos de medición para un análisis completo.


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