El Ayuntamiento de Madrid ha comenzado la tramitación para declarar Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) distintas calles de las áreas de Ponzano-Trafalgar, en el distrito de Chamberí. Esta noticia llega después de que el Área de Medio Ambiente y Movilidad, perteneciente al Consistorio, haya finalizado una campaña de medición de dicho entorno que se ha extendido a lo largo de seis meses, entre septiembre de 2021 y febrero de 2022, y ha determinado que el ocio es la principal fuente de ruido durante las noches de jueves a domingo.
La zona Ponzano-Trafalgar tiene una extensión de 153,45 hectáreas y afecta a los barrios de Ríos Rosas, Trafalgar, Almagro, Arapiles y Vallehermoso, en los que viven 61.000 personas, y donde los establecimientos más representativos son los bares y restaurantes (90,3%), seguido de los bares especiales (6,8%) y las salas de fiestas y discotecas (2,9%). El ámbito espacial de la nueva ZPAE se encuentra delimitado por las calles de Raimundo Fernández Villaverde, Modesto Lafuente, Ríos Rosas, Espronceda, Fernández de la Hoz, Bretón de los Herreros, Zurbarán, Zurbano, Génova, la plaza de Alonso Martínez, la calle de Sagasta, la glorieta de Bilbao, la calle de Carranza, la glorieta de Ruiz Jiménez, la calle de San Bernardo, Magallanes, Donoso Cortés, Bravo Murillo, García de Paredes, glorieta del General Álvarez de Castro, Santísima Trinidad, José Abascal, Santa Engracia y Ponzano.
Estudio de la nueva ZPAE
Para llegar hasta aquí, la finalidad de la declaración de la nueva ZPAE ha estado sustentada en tres pilares: determinar la situación acústica de esta zona, evaluar el cumplimiento de los objetivos en esta materia y precisar la posibilidad de declarar este espacio como un área de protección acústica especial. Además, antes de su puesta en marcha se realizó un análisis previo del entorno para colocar los medidores en diferentes ubicaciones en función del grado de concentración de las actividades de ocio y del número de quejas vecinales por ruido. De este modo, durante este periodo se ha recopilado la evaluación de 22 ubicaciones que han generado un total de 15.410 horas de medición.
Tal y como indican desde el Ayuntamiento, los técnicos municipales han llevado a cabo visitas de campo en las que se ha actualizado y confirmado la información aportada por el censo de locales. En este sentido, han comprobado tanto el número como las características de las actividades recreativas existentes y sus terrazas asociadas. Y, además, también han analizado otros factores vinculados al ambiente acústico como la morfología de las calles o la tipología de las edificaciones.
Asimismo, en este punto la colaboración vecinal ha sido fundamental, ya que los terminales de monitorizado de ruido se instalaron en edificios residenciales de las calles de Alonso Cano, Ponzano, Bretón de los Herreros, Viriato, Santa Engracia, García de Paredes, Luchana, Covarrubias, Agustín de Betancur, Raimundo Fernández Villaverde, Trafalgar y en la plaza de Olavide.
Fuerte impacto del ruido nocturno
Así las cosas, los datos recopilados han dado lugar a cuatro conclusiones. La primera de ellas determina que en el ámbito analizado están presentes dos focos de ruido, el tráfico rodado y la actividad de ocio, donde esta última es la predominante durante el periodo nocturno, principalmente entre las 23 horas del jueves y las 7 horas del domingo. Los resultados también constatan que en todos los puntos medidos se superan los objetivos de calidad acústica.
Por su parte, los técnicos municipales señalan que el periodo de mayor actividad del ocio se corresponde con las noches de los jueves a viernes, de viernes a sábado y de sábado a domingo, y que el ruido generado por dicha actividad también está presente en los periodos vespertinos, desde las 19 horas hasta las 23 horas.
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