Las obras de reforma de Ponzano siembran el desconcierto vecinal

Desde la Asociación El Organillo afirman que “son un auténtico despropósito”, y el concejal Ramírez cree que “el resultado final agradará a todos”

La Junta Municipal de Chamberí dio comienzo a las obras de reforma integral de la calle de Ponzano a finales del mes de septiembre, en el tramo comprendido entre Santa Engracia y Ríos Rosas. Los trabajos, que tienen un plazo de ejecución de seis meses y suponen una inversión que supera los 850.000 euros, tienen como objetivo principal la ampliación de las aceras a ambos lados de la calzada, que, tras la reforma, dispondrán de cinco metros de ancho, lo que redundará en beneficio del peatón. A su vez, se van a realizar mejoras en el alumbrado público, el alcantarillado, los alcorques y en el mobiliario urbano.

Sin embargo, el ritmo que llevan las obras no es del agrado de muchos vecinos, ni de los partidos políticos de la oposición. Así quedó demostrado en el último Pleno del distrito, celebrado el pasado 18 de enero, en el que el Grupo Municipal Socialista presentó una proposición para conocer la situación de esta reforma. Su secretario general y portavoz, Iñaki Prieto, aseguró que “es una obra que ni los vecinos ni los comerciantes han pedido, que no es necesaria y que está siendo mal ejecutada. Es un desastre total y por eso solicitamos que sea el alcalde de Madrid quien tome las riendas de este desatino, puesto que, al concejal de Chamberí, responsable de la obra, no le importa lo que les pasa a los vecinos de la calle de Ponzano y adyacentes”.

En su turno de intervención, el concejal-presidente, Javier Ramírez, rebatió los argumentos de la oposición, subrayando que “las obras cumplen con la normativa vigente en materia de seguridad y salud, y así se están ejecutando. Es una reforma muy compleja y pedimos disculpas por las molestias que está ocasionando a los vecinos de la zona, pero estamos cumpliendo con los plazos y con el presupuesto previstos. Estamos seguros de que el resultado final será del agrado de todos, ya que falta poco tiempo para que los trabajos concluyan y los vecinos puedan volver a disfrutar de sus aceras y de sus calles”.

Caídas, inundaciones…

En ese mismo Pleno tomó la palabra la portavoz de la Asociación El Organillo, Pilar Rodríguez, quien afirmó que “esta obra es un auténtico despropósito. En estos cuatro meses que llevamos soportándolas se han producido varias caídas, algunas de ellas con intervención de la Policía y ambulancias, terminando en el hospital; se ha levantado todo a la vez, cuando nos dijeron que se haría por tramos; se han roto tuberías y provocado inundaciones; se han colocado baldosas que no están niveladas unas con otras; hay muchas dificultades de movilidad; tramos que se han levantado tres y cuatro veces, una deficiente iluminación… En fin, que todo se está haciendo mal desde el primer momento”. Además, añadió que “solo pedimos a la Junta Municipal actuaciones concretas para garantizar la movilidad y la seguridad de los vecinos. Queremos que se acaben las obras de una vez, y que la prioridad sean los ciudadanos y no los bares, porque mucho nos tememos que las aceras se amplían para poner más terrazas”.