En el momento del derrumbe había 24 obreros trabajando en el interior y, desgraciadamente, dos de ellos −el extremeño José María Sánchez y el vecino de Parla Agustín Bello−, no pudieron salir y sus cuerpos sin vida fueron encontrados 50 y 64 horas después del suceso, respectivamente, pese a los intensos trabajos de rescate llevados a cabo por el Samur, los bomberos y por los Cuerpos de Policía Nacional y Municipal.
Transcurridos más de 15 días desde el desplome, el pasado lunes 4 de junio se procedía a demoler el edificio, después de que el sábado día 2 se produjeran nuevos derrumbes de madrugada, que obligaron a desalojar a los vecinos de 21 viviendas de un edificio de la calle de Viriato, colindante con el derrumbado. Ahora, en el lugar del suceso hay una grúa de grandes dimensiones para realizar los trabajos de demolición, que los propios técnicos del Ayuntamiento han asegurado a Chamberí 30 días “no sabemos cuánto tiempo van a durar, aunque puede que más de lo deseado, porque la parte interior está muy afectada”.
La grúa ya realiza los trabajos de demolición del inmueble.
La Junta, con los afectados
Desde el mismo momento en que se tuvo conocimiento del derrumbe del edificio, los servicios municipales, tanto de la Junta de Chamberí como del Ayuntamiento, “han estado en contacto permanente con las personas afectadas. Los Servicios de Emergencias se dejaron la piel las primeras horas del derrumbe y todo el personal municipal −técnicos, arquitectos, servicios sociales…− han estado trabajando, y siguen haciéndolo, atendiendo a las familias que de momento han sido desalojadas y ejecutando las obras para garantizar la seguridad y la premura en que esta situación se resuelva lo antes posible. En este sentido, hemos decidido hacernos cargo de la demolición del inmueble, para no alargar más la situación”, asegura la concejala-presidenta de Chamberí, Esther Gómez Morante.
En todo este tiempo transcurrido desde que se produjo el suceso, “hemos mantenido reuniones, tanto con los administradores de las fincas como con las personas que han sido desalojadas y seguimos manteniendo contacto con todos ellos, para poder atender cualquier necesidad que surja. Ha sido fundamental la actitud con la que los vecinos también han entendido la situación y están facilitando en todo momento las tareas que pueden ocasionar molestias”, afirma la concejala-presidenta.
A partir de ahora, continúan los trabajos de demolición del edificio, que ha sido declarado como “ruina física inminente parcial”, siempre sin bajar la guardia en materia de seguridad.
Juan Carlos M. J.
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