Desde ayer ya está operativo el nuevo Centro de Salud de Andrés Mellado que ofrecerá asistencia sanitaria a 22.300 vecinos de Chamberí. Este espacio representa el segundo dispositivo de Atención Primaria del Servicio Madrileño de Salud y sustituirá al otro centro ubicado también en la misma calle. Inaugurado por la Comunidad de Madrid, el edificio consta de dos plantas en una superficie de 1.068 metros cuadrados, donde mejoran las condiciones de la anterior instalación y operará una plantilla de 34 profesionales.
Así, este este nuevo centro está integrado por siete consultas de medicina, seis de enfermería, una de pediatría, una de enfermería pediátrica, una sala de extracciones y curas, una sala de ecografía y una consulta de trabajo social. El proyecto forma parte del Plan de Inversiones de la Gerencia Asistencial de Atención Primaria del Gobierno Regional, que tiene el fin de proporcionar los mejores recursos a los madrileños. Para llevar a cabo la remodelación y el equipamiento de las instalaciones, el nuevo Centro de Salud de Andrés Mellado ha contado con una inversión de dos millones de euros.
De forma paralela, el Ejecutivo de Díaz Ayuso también está desarrollando el denominado Plan de Mejora de Atención Primaria. Dotado con más de 80 millones de euros, fue aprobado el pasado mes de septiembre y su objetivo es mejorar la asistencia y las condiciones de los profesionales, imprescindibles en la lucha contra el Covid-19.
A la presentación del centro celebrada el martes 10 acudió el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, acompañado por el director general del Proceso Integrado de Salud, Jesús Vázquez Castro, y la gerente asistencial de Atención Primaria, Sonia Martínez Machuca. Durante la visita por las instalaciones, Ruiz Escudero expresó su reconocimiento al trabajo desarrollado por los profesionales de Atención Primaria desde el comienzo de la pandemia, entendidos como el primer escalón asistencial.
El edificio, ubicado en la confluencia de las calles Fernando el Católico y Andrés Mellado, es conocido por su singularidad histórica y arquitectónica. Fue construido a finales de la década de 1920 y está catalogado con un nivel de protección integral. Ha sido empleado como Dispensario Antituberculoso y el último uso que se le dio fue cuando actuó como Centro Regional de Prevención y Reconocimiento de la Comunidad de Madrid.
Foto: Comunidad de Madrid
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