Bravo Murillo: el bronce del político que trajo el agua a Madrid

Monumentos de Chamberí (II)


La estatua de bronce modelada por el escultor madrileño Miguel Ángel Trilles (1866-1936), y consagrada al ilustre pacense –de Fregenal de la Sierra– Juan Bravo Murillo (1803-1873), que como ministro de Instrucción y Obras Públicas promovió la construcción del Canal de Isabel II para abastecer de agua a la capital, fue erigida por el Ayuntamiento dentro del programa ideado por el alcalde Alberto Aguilera para conmemorar la jura del rey Alfonso XIII, al cumplir la mayoría de edad en el año 1902.

El 5 de junio del año siguiente, el propio Alfonso XIII inauguró la estatua de Juan Bravo Murillo en la Glorieta de Bilbao, de donde se retiró en 1961 por motivos de tráfico. Dos años después, el 17 de diciembre de 1963, se reinauguraría en presencia del alcalde, el conde de Mayalde, y del delegado del Gobierno en el Canal de Isabel II, Carlos López Quesada, en su nueva y hasta ahora definitiva ubicación, en la esquina de José Abascal con la propia de Bravo Murillo, junto a los jardines del Canal.

Dos bajorrelieves y una lápida

Sobre un primer plinto bajo de granito descansa un pedestal prismático de piedra caliza, sobre el que reposa otro de menor tamaño, en cuyo frente una mujer semiarrodillada, que simboliza la Villa de Madrid –tocada con la característica corona torreada de las alegorías urbanas, con el torso desnudo y un largo manto que se derrama por el cuerpo inferior– sostiene el escudo coronado de la capital; los laterales están decorados con guirnaldas de flores y frutos, atadas por cintas a las volutas invertidas que señalan las esquinas.

Encima de este se levanta un segundo cuerpo con recuadros rehundidos en los cuatro costados, con la inscripción: “A Bravo Murillo, la Villa de Madrid, 1803-1873”, grabada en el frente y dos bajorrelieves de bronce en los laterales: a la derecha, una representación de la Industria, como una matrona coronada de laurel, sentada de perfil con las piernas cruzadas cubiertas con un manto y el torso desnudo, que descansa la mano izquierda sobre una rueda dentada, mientras con la derecha levanta una rama de laurel –símbolo de la gloria–, que ofrenda al homenajeado; al fondo, apenas abocetada en atrevido escorzo trasero, puede verse la figura recostada de un anciano desnudo, también coronado de laurel, que simboliza el genio del río Lozoya, que discurre a sus pies.

El segundo bajorrelieve, en el costado opuesto, representa la figura también de perfil de un joven desnudo, sentado en una bala empacada y revestido con los atributos del dios del comercio, Hermes o Mercurio, con el característico casco alado y el caduceo en la mano derecha, mientras que la izquierda reposa sobre un ancla que simboliza la navegación, nuevamente reflejada en el barco de vapor que se ve al fondo.

Sobre este cuerpo descansa la figura en bronce de Bravo Murillo, de pie sobre un plinto y vestido al estilo de su época, con pantalón atado bajo los zapatos, chaleco, gran corbata de lazo y larga levita, y sosteniendo con la mano izquierda un rollo de proyectos de obras públicas, mientras adelanta la palma derecha.

Todo el conjunto reposa sobre una plataforma orientada al chaflán, formado por ambas calles y elevada cuatro escalones sobre la acera circundante, creando un recinto limitado por el muro de ladrillo que cierra los jardines del Canal, al que se adosan dos bancos de granito que enmarcan un muro curvo placado en piedra caliza, con una jardinera alta adosada que da fondo a la escultura, y sobre el que descansa una placa rectangular de bronce firmada por la Asociación de Empresarios de Fontanería y Gas de Madrid.

Estatua de Bravo Murillo
Autor: Miguel Ángel Trilles
Año: 1902
Dimensiones: 5,10 x 2,20 x 2,20
C/ Bravo Murillo, 49 (esquina con José Abascal)
Barrio: Arapiles

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