El pasado pleno se aprobó en Chamberí una proposición para proteger las viviendas de los trabajadores del primer depósito del Canal de Isabel II, que datan de finales del siglo XIX. Fue un buen acuerdo aprobado por unanimidad y que se cerró con un momento insólito: los aplausos espontáneos del público asistente al plenario, y las felicitaciones por la “firmeza” del concejal en la defensa de las citadas construcciones, que cuentan con casi 150 años de antigüedad y cuyo estilo está emparentado con el neomudéjar popular, recientemente protegido por el Consistorio. Ambas reacciones vienen a confirmar la diferencia de modos respecto a las polémicas y broncas sesiones protagonizadas durante la anterior legislatura, lo que ya de por sí es motivo de reconocimiento a la labor tanto del concejal como de los vocales vecinos.
Ahora bien, y dejando aparte el hecho de que la decisión de proteger dichas edificaciones trasciende las competencias de la Junta Municipal, durante el debate el concejal “garantizó” que las citadas construcciones de Cea Bermúdez, 2, tendrán un equipamiento “en esta legislatura”, aunque no precisó cuál. Cabe recordar que en 2020 ya se rechazó construir una dotación en esta parcela cedida por la Comunidad de Madrid, al no poder acordar con los vecinos la compensación –necesaria por la recalificación del suelo– para implantar una zona verde en la plaza del Conde del Valle de Súchil, pese a la inicial posición favorable de la Junta Municipal. Hace casi dos años, el Pleno de Chamberí solicitó al Área de Desarrollo Urbano la elaboración de un nuevo Plan Especial en la parcela del que aún nada se sabe, si bien de las palabras del concejal se intuye que pronto habrá –esperemos que buenas– noticias para el barrio.
Por otro lado, en la ya casi habitual sección de tribunales en el distrito, este mes incluimos dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que afectan a Chamberí. En primer lugar, la ratificación de la protección de Velintonia como Bien de Interés Patrimonial, según la catalogación reconocida por la Comunidad de Madrid, y la anulación de los cambios en la Ordenanza de Terrazas que aprobó el Ayuntamiento de Madrid en 2022, y que con casi toda probabilidad acarreará una nueva normativa que, según el alcalde José Luis Martínez-Almeida, buscará “el equilibrio” entre el descanso vecinal y la actividad hostelera. Un objetivo sin duda deseable, pero que ya sirvió de argumento hace dos años para defender la modificación del texto anulado ahora por los tribunales. Esperemos que esta vez se haga mejor.
Pero este mes nuestra portada no podía estar dedicado a otro tema que el ascenso de las “guerreras” del Madrid Chamberí a la elite del voleibol femenino, tras una temporada magnífica y una vibrante fase final en Cartagena, donde sólo sucumbieron ante las campeonas del Barcelona CVB.
Un año después de su descenso, el Voleibol Madrid, un club humilde y de barrio, regresará a la Liga Iberdrola y cumplirá su décimo aniversario compitiendo contra los mejores equipos de España. Por cierto, e Estadio de Vallehermoso volverá a ser el “fortín” de nuestras “guerreras” y el único pabellón madrileño donde jugará un equipo de la región en la máxima competición, tanto femenina como masculina.
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