La casa de Vicente Aleixandre, conocida como la “Casa de la poesía”, porque fue lugar de encuentro de la Generación del 27 (por allí pasaron Gerardo Diego, Luis Cernuda, José Hierro, Jorge Guillén, Pablo Neruda o el propio Lorca, quien recitó por primera vez sus “Sonetos del amor oscuro”) y de la que cuelga el cartel de “se vende”, lleva cerrada desde 1986 y desde el año 95 la A.A.V.A. lucha por su recuperación.
Fotos: Archivo A.A.V.A.
“Todo empezó de forma extraoficial, cuando un grupo de escritores y poetas (cabe destacar a José Luis Cano, íntimo amigo de todos los autores del 27 y discípulo de Aleixandre), alertados por el estado del edificio y por un amago de incendio ese mismo año, redactamos un manifiesto para que lo firmaran otros tantos escritores e instar a las administraciones públicas a que lo compraran para salvarlo”, explica el presidente de la asociación. La carta recibió rápidamente muchas adhesiones (Pepe Hierro, Claudio Rodríguez, Francisco Brines…), los medios empezaron a hacerse eco de la noticia y los políticos, a querer fotografiarse en la casa: “Como Esperanza Aguirre, por entonces concejala de Cultura, quien prometió que el Ayuntamiento de Madrid iba a comprarla, luego hubo elecciones y se olvidó todo”, continúa. Según el diario ‘ABC’, el problema en esta ocasión fue que los herederos habían alquilado la primera planta del inmueble, y es que las escasas negociaciones entre la Administración y la familia del premio Nobel siempre han sido fallidas, también por la falta de un acuerdo económico.
En palabras de Alejandro Sanz, ésa ha sido la dinámica en estos 22 años: “Muchas promesas, pero estamos en la misma situación. La casa sigue abandonada (estructuralmente está bien, porque pasa las inspecciones técnicas) por parte de las administraciones”. Este año se han producido un par de pasos importantes, la aprobación por unanimidad de dos proposiciones no de ley: una para la creación de una mesa de trabajo que reúna al Ayuntamiento, la Comunidad y el Ministerio de Cultura para estudiar la compra del edificio, sobre lo que, dice Sanz, no ha vuelto a saber nada, y otra para que el archivo de Aleixandre pase a ser declarado Bien de Interés Cultural.
Algo más que la casa
La asociación, que defiende el legado del poeta en todas sus vertientes, no sólo pretende salvar su casa, sobre todo desea recuperar su espíritu, lo que representa. “Hacer de ella un centro de documentación y estudio de la poesía española del siglo XX, porque ése es, además, el mejor homenaje que se le podría hacer a Aleixandre. Nos gustaría dotarla de un sentido vivo; que no sea un museo para nostálgicos, sino un espacio donde haya presentaciones de libros, exposiciones, conferencias…, que todos los ciudadanos puedan visitar y que sea un lugar de referencia de la poesía española del siglo XX, porque sobre eso no existe nada”, aclara el, a su vez, discípulo de José Luis Cano.
“Aleixandre, siempre en Velintonia”
Además de sus habituales protestas frente a las administraciones, la asociación organiza desde 2011 una velada de entrada gratuita, gracias a la que cada año un poeta vuelve a Velintonia (en la actualidad, calle de Vicente Aleixandre y en el pasado, “Wellingtonia”, palabra que el poeta castellanizó).
La actriz Charo López, en una de las veladas (Foto: A.A.V.A).
La de este año se celebrará el 7 de julio y tiene como protagonista a Aleixandre, ya que se cumplen 40 años de la concesión del premio Nobel. Hasta 300 personas, congregadas en el jardín de la casa, a los pies del famoso cedro que plantó el escritor y en un ambiente íntimo, podrán disfrutar de las voces (aún por confirmar) de los cantaores Miguel Poveda, Rocío Márquez y Arcángel o el grupo de indie Maga, que interpretará su canción “La casa en el número 3”.
Por estos encuentros han pasado artistas como Amancio Prada, Carmen Linares, Patxi Andión… El presidente de la asociación recuerda cuando Luis Eduardo Aute cantó “Al alba” en ese patio de estilo lorquiano iluminado con velas. “Fue una noche mágica y, aunque al día siguiente los medios no se pronunciaron al respecto, nosotros continuamos con nuestra lucha romántica: que se siga hablando de Vicente Aleixandre”.
Cristina Sánchez
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