Los trabajos que desde hace meses lleva a cabo el Ayuntamiento de Madrid en la Plaza de Olavide han suscitado una nueva controversia vecinal, debido a la aparente decisión de reemplazar las antiguas farolas de tipo fernandino que rodeaban el espacio por unas más modernas que ofrecen una mayor eficiencia energética y menor contaminación lumínica.
Desde hace semanas, el Consistorio había ido colocando nuevas luminarias en la zona, algunas de ellas junto a las farolas fernandinas, que en los últimos días han comenzado a ser retiradas, si bien algunas podrían permanecer como homenaje a su época.
La Asociación Vecinal El Organillo califica de “incomprensible” y de “despropósito” el cambio de estas “históricas” farolas por otras “completamente inapropiadas para el entorno y la plaza”. Por ello, la entidad vecinal va a solicitar al concejal del distrito que explique en el pleno de Chamberí el motivo de la retirada de estas farolas.
“Acabo de ver que están quitando las farolas históricas y preciosas de la Plaza –tienen casi 200 años–, reemplazándolas por unas modernas feísimas. Esto va a cambiar la plaza enormemente”, explica a este periódico Meghan, otra vecina de la zona de Trafalgar, que añade: “Habrá que intentar hacer algo antes de que quiten las demás y la plaza acabe sin nada de su encanto original e histórico”.
No obstante, algunos vecinos no ven mal el cambio. Hace unos meses, Chamberí 30 días entrevistó a otro vecino del entorno, Felipe Domingo, que hace 20 años ayudó a impulsar la primera gran reforma de la plaza. En aquella charla, Domingo apuntó: “Bien está que cambien las farolas, que corresponden a la época de la creación del barrio, y cuya luz se proyecta escasamente hacia el suelo”, y añadía: “Una reforma sensata tiene que cambiarlas necesariamente por un diseño del siglo XXI, o la reforma quedará hecha un pastiche”.
Las llamadas farolas fernandinas se instalaron por primera vez en Madrid durante el reinado de Fernando VII (1808-1833), aunque posteriormente su utilización se extendió por toda España durante el reinado de Isabel II –de ahí que también se les nombre “isabelinas”. Estas farolas tienen en su base el emblema del monarca, además de una corona y la fecha de 1832, del nacimiento de la infanta Luisa Fernanda.
Foto: El Organillo.
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