Màxim Huerta: “Mi lugar en el mundo es este barrio”

Dejó de ser el busto parlante de los informativos para sentarse en la Corte matinal al lado de su reina, donde permaneció 11 años. Fue en aquella época cuando comenzó a publicar sus primeros libros, aunque se reconoce escritor desde la infancia −“lo primero que he hecho en mi vida ha sido leer y escribir cuentos”–. Hoy, a la espera de “destino” televisivo que le enamore, vive su “película” entre los grandes temas literarios y las pequeñas cosas con que enhebra sus columnas. Quedamos en el Café Comercial, uno de los habituales refugios de este chamberilero nacido en Utiel, para hablar del lanzamiento de su séptima novela, de la mentira, de la Literatura y de su vida cotidiana en estas calles, de las que se enamoró en 1994.

¿Qué vamos a poder leer en ese ‘Firmamento’ que llega estos días a las librerías?

Es una novela que empieza en este barrio, una historia costumbrista que habla de las vidas que nos inventamos y de las mentiras que a veces tenemos que decir para ser felices. Es una historia de amor y desamor, que trata temas como el paso del tiempo, pero sobre todo de esas ficciones que incluyen nuestras vidas.

Las mentiras de siempre, que hoy llamamos posverdad, o el postureo…

Sí, la mentira desde las redes, la de vender nuestra propia vida, para salvar a amigos, la piadosa, como excusa, incluso para sentirse mejor. La mentira es muy bonita, porque habla de nosotros. La verdad es lo que sucede, no tiene remedio, es así. Pero la mentira la creas tú, y por eso habla más de ti que la verdad. Creo que la mentira sólo está prohibida en la política, en el resto llega a ser muy divertida.

Su escritura aborda temas universales y detalles pequeños, ¿se cansó de la actualidad?

Como decía Serrat, me gusta hablar de aquellas pequeñas cosas. Hablar de lo cotidiano, del recuerdo infantil, del café que te tomas en compañía, de la ausencia en la cama… soy heredero de una familia muy rural, disfruto de las pequeñas cosas y me gusta la literatura que habla de eso. Me gusta mirar y escribir, y mirando encuentras los artículos perfectos. En un bar, en una tienda o mientras esperas un autobús.

¿De ahí surgen sus historias?

Todas las novelas nacen de una emoción, de un estado de ánimo o de una observación.  De pronto algo te llama la atención –una frase, un gesto o una pareja en un lugar– y conecta con algo que tú sientes. Cuando ambas cosas hacen clic, ahí tienes la historia. Es casi una epifanía.

Maxim Huerta1 El escritor, en una de las azoteas de la Glorieta de Bilbao.

¿Piensa en para quién o para qué escribe?

Escribo para que me lean, y para que me quieran. Como decía Paul Auster, todos los escritores tienen algo de infeliz, por eso les gusta inventarse mundos. A mí desde pequeño esto me ha ayudado a crearme mi propia historia, y por eso lo sigo haciendo de mayor. Pero básicamente, escribes para que te quieran.

¿Cuáles son sus manías o sus hábitos a la hora de escribir?

Corrijo a menudo en este café y me he acostumbrado a escribir en bares del barrio, porque el ruido me ayuda a que la novela sea más real. No me molestan las tazas, el murmullo, el sonido de las tragaperras o el pitido de la máquina del café. Mi rutina es escribir en casa y luego bajar a corregir en el bar, con los folios o con el ordenador. Y escuchar. Muchas frases de las que escucho se quedan en la novela.

Vive en Chamberí desde hace algún tiempo. ¿Cómo aterrizó, y qué le da este barrio?

Llevo 20 años viviendo aquí. Hace mucho que cuando me preguntan de dónde soy, digo de Madrid. Vine a la ciudad en el 94 para estudiar un máster, y me enamoró el barrio. He crecido con él, he visto cómo cambiaba, cómo desaparecían cines y cerrado comercios a los que tenía mucho cariño… He vivido en tres casas distintas, pero en el mismo distrito. Chamberí tiene algo de pueblo, de ciudad de provincias, y mucho de cosmopolita. Es la mezcla perfecta, desde lo más sencillo y el comercio más tradicional, hasta la última modernidad.

Hace además una activa vida de barrio…

Claro, a mí me gusta ir a mi farmacia, a las tiendas de por aquí... De hecho a veces pienso que no sé para qué Madrid es tan grande, si al final me quedo siempre en la misma zona. Supongo que porque éste es el verdadero centro, el eje en el que se mueve todo, y sobre todo, el lugar que yo he elegido. Mi lugar en el mundo es este barrio.

Recomiéndenos algún sitio para chamberileros despistados.

Siempre voy a un bar muy sencillo que se llama Las Nieves, donde siguen poniéndote patatas revolconas y caña tirada. Me gusta ir a los cines Verdi, que todavía aguantan, y a la papelería de Luchana, también de toda la vida.

Es difícil de enfadar, pero no soporta ver la suciedad de las calles.

Bueno, es que hay demasiada mierda. Me molesta tener el barrio tan sucio. Claro que me quejo, es que es mi barrio. Somos demasiado condescendientes con la suciedad, con el escupitajo, el papel tirado… creemos que no es nada. Soy de enfadarme poco, pero me molesta tan poco mimo… lo peor es que nos hemos acostumbrado y al final no te das cuenta. Debemos enamorarnos de nuestro barrio y cuidarlo como si fuera nuestra casa. La calle no es de otros, es nuestra.

Mantiene una relación de amor-odio con el móvil. ¿Tiene cura?

Asumo que soy adicto a las redes sociales, y que me estoy quitando. Al principio creía que eran divertidísimas y que me mantenían conectado con la realidad, luego me he dado cuenta de que la realidad está adulterada en las redes, hay demasiado bulo y ficción. Conozco la parte buena, pero hay que consumirla con moderación, como el alcohol. A veces es mejor quitarle los datos al móvil para no recibir mensajes. Quien me quiera que me llame.

Y la televisión, ¿aún se quieren o se están dando un tiempo?

Me tiene que enamorar para volver. Está bien echar de menos, es buena la distancia para coger perspectiva y ver qué te gusta y qué no. Cuando lo dejé, volví con Destinos de película, el programa más agotador que he hecho. Lo pasé genial, y ahora me han ofrecido un montón de proyectos, pero ninguno me ha enamorado. Y volver por volver, no.

David Álvarez

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1 comentarios

  1. Màxim Huerta, de Chamberí al Ministerio de Cultura y Deportes | | 01/01/1970 01:33h. Avisar al moderador
    […] nuevo ministro de Cultura y Deportes, Màxim Huerta, hablaba hace poco más de un mes con Chamberí 30 días sobre el lanzamiento de su última novela, […]   

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