Arturo Fernández: “Me hace feliz ver reír a la gente con lo que hago”

 “La alta comedia es lujo y champán”. Así resumía Arturo Fernández su reaparición en Madrid con una de sus comedias más exitosas, ‘Alta seducción’, obra que rescata después de 28 años y que interpreta junto a una paisana, Carmen del Valle, en el Teatro Amaya (General Martínez Campos, 9), donde se estrenó el pasado 19 de septiembre.

Fue la autora María Manuela Reina quien creó esta comedia para Arturo Fernández allá por 1989. Y pese a los años no ha pasado de moda, porque, como dice el propio actor, “el amor es universal y completamente atemporal”. Eso sí, se han cambiado algunas cosas para adaptarlo al momento en que vivimos, pero la esencia es la misma. Un hombre 'madurito' que seduce y se deja seducir por una jovencita. Vamos, 'chatina' –como diría él–, un papel que le viene al pelo. Chamberí 30 días ha estado entre bambalinas con los dos protagonistas.

Carmen, ¿cómo es trabajar con un 'monstruo' de la interpretación como Arturo Fernández?

C.V: Para mí es todo un privilegio. No hay, en la escena española, nadie que se le asemeje. He aprendido muchísimo. Por ejemplo, yo siempre había hecho teatro clásico, pero gracias a él fui capaz de subirme a unos tacones por primera vez y hacer reír al público. Que dicho así suena muy sencillo. Sin embargo, primero tuve que aprender a manejar esos trastos, y después muchas técnicas dramáticas. La comedia es mucho más difícil de lo que la gente cree. Trabajando con él me siento jugando en Primera División.

¿Por qué vuelves a escena con esta comedia tantos años después?

A. F: Pues la verdad es que me he decidido a rescatar ‘Alta seducción’, porque reúne todo lo que me gusta: glamour, elegancia y humor inteligente.

Entrevista Arturo Fernandez Arturo Fernández y Carmen del Valle, protagonistas de 'Alta seducción'.

Sigue defendiendo a ultranza un género que mucha gente infravalora…

A. F: Creo que la alta comedia es el mejor género que existe. Interpretar un drama no tiene ningún secreto. Yo lo he hecho mil veces. Hace dos años, sin ir más lejos, con ‘Enfrentados’, que representé en este mismo teatro. En cambio, en la comedia, y más aún en la alta comedia, se requiere lujo y champán. Además, me recuerda a cuando empecé, porque en mi época, subirse a un escenario era sinónimo de ponerse 'smoking' o incluso 'frac'. Había que tener clase, aunque no tuvieras un duro.

Es admirable que a tus 88 años sigas encima de un escenario, y no sólo eso, sino también a la cabeza de tu propia compañía y, además, dirigiendo. ¿En cuál de las tres posiciones te sientes más cómodo?

A. F: La que más me gusta es la de actor. Es mi profesión y nunca dejará de serlo. Aunque es cierto que he disfrutado mucho con mi compañía. Después de 57 años ya somos como una familia. Y en cuanto a la dirección es algo que siempre había querido hacer. Lo sentía como el siguiente paso. Eso sí, he tenido que aprender mucho y he cometido mis errores, pero de todo se aprende.

¿Cuál es la clave del éxito para llevar tantos años haciendo lo mismo y que siga gustando, tanto al público como a ti?

A. F: No te puedo dar una receta. Yo he hecho muchas cosas distintas a lo largo de mi carrera, pero lo cierto es que me hace feliz ver reír a la gente con lo que hago. Cualquiera puede hacer un chiste fácil o soltar una grosería, pero trabajarse bien los giros humorísticos y que parezcan diferentes una y otra vez... buf, es duro, pero muy satisfactorio. Por eso no me aburro, y creo que la gente tampoco.

¿Por qué siempre se identifica la seducción con el amor?

A. F: Creo que el amor es fundamental. Yo sigo enamorado de mi esposa y la conquisto todos los días, porque nunca se sabe, ahora hay mucha competencia [se ríe]. Además, todo el mundo ha estado enamorado alguna vez y comprende lo que se siente. Desde mi punto de vista, el amor y la seducción van unidos, son consecuencia uno de la otra. Yo no concibo el amor sin seducción. He aprendido muchas cosas de este personaje que no se me habrían ocurrido nunca, y ahora las aplico en mi día a día.

¿Crees que esta historia resultaría si se intercambiaran los personajes?

A. F: Hoy en día sí sería posible que una mujer mayor sedujese y se viese seducida por un hombre más joven. Ahí tenemos el caso de Macron, el presidente francés, que se lleva casi 25 años con su esposa, y aun así el amor ha triunfado sobre la edad. Ése es otro de los valores que reivindica ‘Alta seducción’, que el amor no tiene edad.

Una última pregunta para los chamberileros, que ahora tienen su periódico local. ¿Qué recuerdos tienes de este barrio?

A. F: De Chamberí puedo decir maravillas. Cuando llegué a Madrid en los años 50 era uno de los barrios más castizos, con sus chulapas y chulapos por la calles. En eso ha cambiado poco. Sigue pareciéndome uno de los más representativos de la capital. Siempre me he sentido cómodo en este barrio. Me gusta su hospitalidad y su ambiente cultural. Estoy orgulloso de estrenar aquí mi obra. Me alegra saber que ahora tienen un medio de comunicación local propio.

Laura Conde

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  1. “Un tributo a Michael Bublé”, en el Teatro Amaya | C | 01/01/1970 01:33h. Avisar al moderador
    […] Además, el Teatro Amaya mantiene dentro de su cartelera habitual la exitosa obra teatral “Alta seducción”, dirigida y protagonizada por Arturo Fernández. […]   

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