“Pensé que era importante que los vecinos de Madrid pudieran tener una visión cultural, un centro de exposiciones y un auditorio, en el marco de lo que significa la cultura mexicana”, argumentó durante la visita la alcaldesa, que además explicó que el Ayuntamiento contaba con tres edificios vacíos que forman parte del patrimonio de la ciudad y que tenían que ser rehabilitados. También defendió la cesión como una decisión a iniciativa del propio Ayuntamiento, que fue apoyada posteriormente por el Ministerio de Asuntos Exteriores.
El presidente mexicano saluda a la alcaldesa, durante la visita (Foto: Ayuntamiento).
Por su parte, Peña Nieto agradeció a la alcaldesa tanto su “empeño personal” como “las facilidades brindadas para poder hacer realidad esta Casa de México en España”, que el presidente americano define como “un nuevo espacio de encuentro entre españoles y mejicanos y una ventana a México desde el corazón de España”.
El palacete de Alberto Aguilera, construido en 1885 y que albergó el antiguo Hospital Militar de Higiene –aunque posteriormente fue reformado por Luis Bellido, entre 1926 y 1932–, está siendo remodelado para acondicionarlo a su nueva función como plataforma abierta y accesible a la ciudadanía, desde la que promover la cultura, el turismo, el arte popular o incluso la diversidad gastronómica del país azteca. Por el momento se han ejecutado un 15% de las obras, cuya finalización está prevista para el próximo octubre.
En sus 2.700 metros cuadrados el edificio albergará el Instituto de México en España, el Fondo de Cultura Económico, la biblioteca Octavio Paz –que, con sus 14.000 volúmenes, es la biblioteca sobre temas mexicanos más completa de Madrid–, la librería del Fondo de Cultura Económica, una galería de arte y otra destinada a exposiciones de carácter popular.
El palacete, ubicado en Alberto Aguilera, 20, abrirá en octubre.
La creación de espacios multiusos permitirá programar conferencias, talleres, seminarios o actividades infantiles para el distrito de Chamberí, donde se ubica, concretamente en el barrio de Arapiles. Una oferta que se completará con una sala de proyecciones, una zona destinada a la venta de productos artesanales mexicanos y otra habilitada como restaurante y cafetería.
Críticas vecinales
No obstante, la cesión no ha sido del agrado de algunas entidades, como la Asociación Vecinal El Organillo, que considera que “la alcaldesa ha cedido el palacete como si fuese su cortijo, saltándose incluso los acuerdos del Pleno de la Junta Municipal”, denuncia su presidente, Julio López. “Siempre hemos defendido que el edificio se acondicionara para servicios culturales y de ocio para los vecinos. Cederlo a una entidad de carácter privado en un distrito como el nuestro, con escasísimas dotaciones municipales, supone un grave perjuicio para Chamberí”, añade.
Chamberí 30 días
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