Reunión de la asociación vecinal contra la peatonalizacion de la calle Galileo de Madrid. Gonzalo B. García 31/08/2017
Un propósito que no han abandonado –en los actuales Presupuestos Participativos hay una propuesta para recuperar Galileo a su estado anterior– y que les distanció de El Organillo, partidarios de dar más tiempo a la Junta. “Pensamos entonces en asociarnos por nuestra cuenta, nos organizamos con unos objetivos. El primero, la independencia. Somos gente de todos los colores políticos y a nadie le pedimos el carné de votante de nada; el segundo fue que no queríamos dinero, ni cuotas ni subvenciones”.
Acción a la contra
Arsuaga no esconde que "Chamberí Se Defiende" nace a la contra de Junta Municipal y Ayuntamiento. “Totalmente, en contra de las decisiones tomadas sin contar con los vecinos”, puntualiza. Algo que pronto les ha valido para ser calificados como “ultraconservadores”, o recibir críticas sobre su cercanía política a PP o Ciudadanos. “Le damos poca importancia a eso, porque habitualmente se dice en Twitter y viene de gente vinculada a asociaciones que sí que tienen relaciones evidentes con Ahora Madrid”. La disputa suele dirimirse en las redes sociales, el verdadero ariete de la asociación: “Como no están dispuestos ni a la mínima discrepancia, teníamos que manejarnos en su idioma, que es el de la imagen y la propaganda. Así, cada vez que ellos se ponen una medalla, nosotros contamos lo que ocurre”.
Hace unas semanas, algunos de sus representantes se reunían con la nueva concejala-presidenta, Esther Gómez. “Fue una mala primera toma de contacto. El trato con García Castaño había sido bueno, era flexible, pese a no coincidir o no hacerte caso, pero esta vez se nos dejó claro que Chamberí era un distrito privilegiado, que había otros como Carabanchel, que sí necesitaban trabajo”, recuerda.
Con cada palabra de la portavoz se vislumbra una concepción polarizada del distrito, algo que Belén niega: “En realidad está poco polarizado, sólo hay que ver los resultados electorales [en las últimas elecciones municipales el PP sacó el 47% de los votos, 13 puntos por encima de la media obtenida en Madrid, mientras que Ahora Madrid consiguió el 25,8%, seis por debajo de su promedio]. El problema ha llegado con los Foros Locales, porque la participación ciudadana es un cortijo, donde la mayor parte de las propuestas que salían eran de asociaciones afines, por lo que era fácil que se aprobaran. Lo que ocurre es que funcionan justo al revés, y son la coartada del Ayuntamiento: como pasó con Galileo, la Junta dice: ‘Queremos hacer esto, pasadlo por la Mesa de Presupuestos’. Y así sale. Esto es lo que nos hemos encontrado, cuando hemos empezado a asistir a ellos”.
Luces, limpieza y carriles
Arsuaga explica que en la actualidad la asociación cuenta con algo más de un centenar de socios, aunque inscritos a los Foros haya algo menos de la mitad. Entre los principales problemas que encuentra en Chamberí, señala la iluminación –hace poco salieron para protestar por la falta de alumbrado público en un tramo de la calle de Gaztambide, “que ha vuelto a ser marginado en las partidas de gasto en iluminación”–, la limpieza –“la Junta insiste en que el barrio está como nunca, pero está muy guarro”– o la movilidad. “No estamos en contra de los carriles bici, como se ha dicho. De las peatonalizaciones sí, porque ya las hicieron otros y los resultados fueron también malos. En calles como Fuencarral o Preciados están muy bien, porque cuando cierran los negocios todo se queda tranquilo, pero las que Ahora Madrid plantea eran en zonas con bares, y ya sabemos a lo que conduce eso”, explica.
La última escaramuza del azote chamberilero a las políticas municipales llegó hace unos días, con la sorpresiva aprobación en la Mesa de Presupuestos Participativos de una propuesta para que los vecinos pudieran votar el desmontaje del carril bici de Santa Engracia. Aunque el delegado de Participación Ciudadana, Pablo Soto, se apresuró a declarar la iniciativa como “inviable”, también se oyeron voces de que una treintena de personas –con cuyos votos salió adelante la proposición– no podían decidir la reversión de una actuación tan importante: “Claro, lo de la representatividad es ridículo. Es demencial que 35 personas puedan decidir nada”, aclara Arsuaga. “Pero es el melón que han abierto ellos, y por ahí tendremos que seguir”, concluye.
David Álvarez
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